Armando Iachini: La mampostería estructural en las construcciones

Al momento de hacer una construcción se ha de tomar un conjunto de medidas para evitar “accidentes estructurales” que puedan deteriorar la edificación con el tiempo y es por eso que se emplean estructuras fuertes que soporten cargas con gran peso y la mampostería estructural es una excelente opción. La mampostería es un sistema empleado en el mundo de la construcción que permite la superposición de materiales como piedras, ladrillos, bloques de concreto prefabricado y rocas ya sean regulares o no, a los cuales se denominan mampuestos.

Armando Iachini - Edificios inteligentes, el futuro en el presente

Antiguamente los muros realizados en mampostería eran elaborados superponiendo los materiales que luego se recubrían con una malla, aunque en la actualidad todavía se emplea este método, la mayoría de los constructores emplean concreto u otras mezclas para fijar los mampuestos. Esto permite reducir la cantidad de desperdicio que se originan al utilizar los materiales y además generan fachadas portantes  que pueden soportar mucho peso.

La mampostería estructural se refiere a la disposición de muros verticales de cemento reforzados interiormente con barras de metal para garantizar una mayor resistencia y se emplea comúnmente en casa de varios pisos y edificaciones de gran altura. Si estos muros van colocados en la parte exterior se deben utilizar materiales impermeables o de baja permeabilidad para evitar la entrada de agua.

Si por el contrario los muros son interiores solo deben emplearse materiales que proporcionen un buen acabado ya que se supone que no hay presencia de agua. Construcciones Yamaro y el arquitecto Armando Iachini explican los tipos de muros de mampostería que se utilizan en una construcción:  

1.- Muros que soportan cargas: Estos muros son utilizados tanto en el interior como en el exterior, soportan el peso desde el techo hasta la base y pueden ser de piedra, ladrillo o de bloques de cemento y es mucho más económico.  

2.- Muros reforzados: Tienen como finalidad soportar las fuerzas de tensión y compresión, lo que impide que sufran daños como consecuencia de lluvias y vientos fuertes y evitando así la formación de grietas y fisuras. El refuerzo se coloca de manera horizontal o vertical de acuerdo a las condiciones estructurales y al peso que deben soportar las paredes.

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3.- Muros huecos: Los muros con cavidad como también se le conoce, se emplean para evitar que la humedad penetre a la estructura, si el agua llega hasta la parte exterior del muro, está corre por la cavidad hasta el suelo. Este tipo de pared también permite mantener el control de la temperatura en el interior de la construcción.

4.- Muros compuestos: Están realizados con piedras y ladrillos o de ladrillos y bloques huecos, los cuales se conectan a través de refuerzos de acero o juntas horizontales. Construir estos muros significa un ahorro en materiales pero sin descuidar la estética y la calidad del trabajo.

5.- Muros postensados: Son utilizados sobre todo en zonas sísmicas ya que resisten movimientos telúricos y fuertes vientos, por lo cual requieren de una base sólida y la presencia de barras verticales postensadas que se colocan transversalmente en los bloques de concreto con el propósito de tensar la parte superior del muro.

La presencia de la mampostería estructural en las construcciones, ha permitido realizar muros muy delgados y de gran altura que resultan muy estéticos y seguros.  



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