Armando Iachini: Construcciones Yamaro: Un ejemplo de crecimiento empresarial
Construcciones Yamaro nace en el año 1969, de la mano de dos italianos: Pascuale Iachini y Anfonso Marozzi, quienes llegaron a Venezuela a finales de la década de los 40, huyendo de los devastadores efectos que dejó la Segunda Guerra Mundial y en la búsqueda de un segundo aire a sus vidas.
Para entonces, Construcciones Yamaro ejercía funciones como subcontratista en obras de relevancia que le permitieron ir ahorrando capital social para ir paulatinamente comprando su propia maquinaria y crecer para crear su propio lugar en el mercado, sin dejar de tomar en cuenta la alta competencia que tenía en el sector.
Entre las obras en que participaron en un principio, se destacan las siguientes realizadas durante el mandato dictatorial de Marcos Pérez Jiménez:
- Construcción del Ministerio de Defensa
- Distribuidor La Araña
- Avenida Boyacá o Cota Mil
Pero no fue sino hasta las décadas de 1970 a 1990 que comienza el proceso de expansión masiva para Yamaro, cuando asume de forma directa el levantamiento de importantes obras viales en el interior del país, lugar donde la pequeña empresa podría arraigarse en el territorio para llegar a las urbes de Venezuela.
Dentro de las obras que Yamaro logró levantar fuera de la capital podemos destacar las que han tenido mayor impacto a nivel nacional:
- Autopista José Antonio Páez.
- Autopista Acariagua – Barquisimeto.
- Autopista Gran Mariscal de Ayacucho.
- Autopista Centaura (Anzoátegui).
- Circunvalación norte (Lara).
Armando Iachini destaca que para los fundadores de la compañía la improvisación y piratería eran dos términos que simplemente no existen, partiendo del siguiente principio: “Gracias a esta labor impecable en cada obra en la que participábamos, la empresa fue creciendo y se logró la adquisición de las primeras planta de asfalto, lo que nos permitió expandirnos más”. Las palabras determinación, emprendimiento y logro eran parte de su ABC interno.
En la actualidad, Construcciones Yamaro continúa creciendo a pasos aún más grandes y sólidos de los que ya daba durante su fase de expansión y apuesta cegadamente por el país, a través de obras de envergadura nacional. Además, ha empezado a incursionar en el campo hotelero, con la adquisición del Hotel Tibana en Caracas y el Hotel Amazonia en San Fernando de Apure, adquisiciones que diversificaron su mercado y es brindan mayor solidez en el ramo.