La arquitectura antisísmica





 

Los movimientos telúricos son impredecibles y pueden ocurrir en cualquier momento, aunque existen zonas más vulnerables que otras, la prevención es importante sobre todo en cuanto la construcciones de edificios y casas. A lo largo de los años, la arquitectura ha dado pasos agigantados en su búsqueda de presentar opciones que beneficien a la sociedad y uno de los aportes importantes que el mundo de la construcción ha efectuado, son las construcciones antisísmicas o sismorresistentes.
Cundo se produce un sismo, las edificaciones resultan dañadas debido a la fuerza de inercia que se genera al producirse la vibración de la masa del edificio, cayendo, por lo general, de manera vertical, es muy poco común que el derrumbe se produzca hacia los lados. Las columnas y los muros se doblan y se quiebran debido a las fuerzas laterales y la acción de la gravedad termina por debilitar toda la estructura originando su colapso.

Las construcciones antisísmicas son aquellas cuyo diseño y construcción presenta una configuración estructural con dimensiones adecuadas y la presencia de materiales lo suficientemente resistentes para soportar la intensidad y fuerza que producen los movimientos sísmicos. Una edificación sismorresistente no está exenta de sufrir daños durante un terremoto de gran magnitud, al contrario, no se colapsará evitando pérdidas tanto materiales como humanas.



 La arquitectura antisísmica se rige por una serie de principios y Construcciones Yamaro las explica a continuación:

1.- Poseer una forma regular: Las formas irregulares y asimétricas permiten que la estructura presente torsión o giros desordenados al momento de producirse un sismo, la falta de uniformidad en la edificación permite que la fuerza producida se concentre sobre todo en algunas esquinas, lo que hace que sea más difícil resistirla. Por eso es importante que las construcciones antisísmicas tengan una forma sencilla y de poca elevación.
2.- Tener poco peso: Cuando una estructura es de gran tamaño y peso, la fuerza que tiene que soportar a la hora de un terremoto es mayor. Si su revestimiento es muy pesado, esto hace que durante el movimiento telúrico se mueva como una especie de péndulo invertido lo que causa un gran esfuerzo en los elementos en los cuales se fundamenta. De modo que, mientras más liviana sea la construcción, menor es la fuerza que tiene que soportar.

3.- Buena cimentación: Para que una edificación pueda estar bien anclada y soportar las fuerzas que originan los movimientos telúricos, tiene que tener una buena cimentación. Los suelos blandos aumentan las ondas sísmicas y ayudan que se establezcan pequeños elementos en la cimentación que pueden afectar la estructura al momento del sismo.

4.- Excelente estabilidad: Si una construcción tiene poca estabilidad y rigidez pueden chocar con edificios vecinos o deslizarse al momento de producirse un terremoto. De allí la importancia de tener una gran estabilidad y solidez.

La arquitectura antisísmica tiene como objetivo velar por la vida de las personas tanto las que se encuentran en su interior al momento de producirse un sismo como las que están a los alrededores. 


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