Armando Iachini: Carreteras peligrosas

La seguridad vial y la construcción de mejores carreteras parece ser una preocupación que no está latente en todos los países. Especialmente cuando se trata de carreteras poco transitadas o que conducen a destinos recónditos, las probabilidades de hallar en nuestro camino vías en malas condiciones, con curvas bastante pronunciadas y peligrosas, y sin las características de seguridad mínimas se vuelven más elevadas.

Una de las carreteras más peligrosas del mundo se encuentra en Alaska, se trata de la Carretera James Dalton. Las vías de esta región estadounidense suponen un verdadero desafío a los conductores experimentados por dos razones fundamentales: en algunas épocas del año, como en invierno, por las inclemencias del clima y además por su permanente soledad.

La James Dalton hace sentir al conductor que se encuentra transitando en el medio de la nada y cuando el asfalto es cubierto por una capa de hielo las aptitudes de la persona que va al volante deben ponerse por entero de manifiesto.

Las enormes planicies que atraviesa esta carretera de 666 kilómetros de longitud la hacen receptora de soplen vientos muy fuertes, capaces de hacer perder el control de los vehículos más livianos o arrastrar escombros y objetos a la vía de forma sorpresiva, como por ejemplo piedras.

La complejidad de las carreteras de Alaska y el tránsito por ellas durante el invierno, conduciendo además carga pesada o vehículos de gran tamaño, ha inspirado a algunos productores a la creación de reality shows que se basan principalmente en describir las travesías de los mejores camioneros de esta zona del norte de América famosa por sus peligros.

 

China y Bolivia también ponen a prueba a los conductores

En China se encuentra el camino del túnel Guoliang, un camino que fue creado de un modo muy rudimentario por los pobladores de la región que necesitaban un medio para comunicarse con el mundo. Lo que hizo que sus condiciones sean tan especiales fue el uso de explosivos poco controlados para trazar la vía, que es sumamente estrecha y peligrosa.


La carretera de la muerte se encuentra en Bolivia y se ha ganado el título de la vía más peligrosa del mundo. Lo que la hace tan letal es lo angosto de su recorrido, sus curvas pronunciadas y el uso irresponsable de los habitantes, que no discriminan el medio de transporte al momento de desplazarse por esta vía, llegando a conducir con camiones, motos o vehículos particulares en una carretera que ha cobrado varias vidas.

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